Nadie como el ‘Narco de Narcos’ para demostrar que muy pocos llegan a los 61 años con vida y jubilado de la mafia. Uno de los capos más famosos de México en la década de los 80 y una pieza muy importante del nacimiento del narcotráfico mexicano.

Nacido en un pequeño pueblo empolvado en el que difícilmente se puede ver el progreso y que en la actualidad es uno de los tantos pueblos fantasmas que existen en la entidad de Sinaloa por el incremento de violencia que afecta principalmente las cunas de los más pesados en cuanto a narco.

Caro Quintero fundó junto con Félix Gallardo y Don Neto, Ernesto Fonseca Carrillo, el Cártel de Guadalajara hace más de 30 años, una época en la que eran pocos los mafiosos, muchas las reglas de respeto y hasta pactos entre agrupaciones delictivas había, y fue como conformaron un emporio para trasladar la cocaína desde América del Sur hasta Estados Unidos, el nicho más flamante y peleado hasta nuestros tiempos.

Éste trío de peces gordos tenían ese estilo tan peculiar que me hace recordar a la película de El Padrino, por ejemplo. Se dice que negociaron la coca con Pablo Escobar, y eso es sólo un poco de lo mucho que se puede especular de Caro Quintero, de quien se asegura ofreció pagar la deuda externa que México tiene con el país gringo.

Sin embargo, ahora a unos días de que este narco ya en decadencia salió y respiró la libertad, me deja al descubierto una hipótesis: cada año un narco se libera. En el sexenio de Fox; Joaquín Guzmán Loera, en el de Felipe Calderón; ‘El Lazca’, y ahora con Peña… el ‘Narco de Narcos’.

El crimen imperdonable de Caro  Quintero no fue el de haber estado involucrado en un alto porcentaje de droga que llegaba a Estados Unidos en los ochentas, sino el de haber asesinado al agente Camarena de la CIA, además de robarle el corazón a Sara Cosío, sobrina de un exgobernador de Guadalajara, dicha mujer fue la pieza fundamental para que dieran con el capo y se le apresara.

Después de haber sido un jefe dentro de la estructura criminal de México, Caro Quintero ahora es un hombre con múltiples enfermedades, con el cabello blanco, un cuerpo desgastado y un claro ejemplo de que la prisión carcome, pero por lo menos a quienes se dedican al narcotráfico se pueden librar de la muerte por un rato.